Nuestra historia y herencia
La chispa de una tradición de 40 años
Nuestra historia comenzó hace más de cuatro décadas, no en una sala de juntas, sino en la calidez del taller de un artesano. Comenzó con una fascinación simple pero profunda: el poder transformador del fuego y el aliento sobre la sílice cruda.
Lo que comenzó como una tradición familiar de dominar el medio fundido ha evolucionado hasta convertirse en Margerie Crystal , una marca dedicada a preservar el alma de la fabricación de vidrio en la era de la producción en masa. Durante 40 años, nos hemos mantenido firmes en nuestra convicción de que el verdadero lujo no se puede apresurar, automatizar ni replicar con máquinas. Debe sentirse, moldearse y cuidarse con la mano del hombre.
La tradición se encuentra con la modernidad
En el corazón de Margerie Crystal se encuentra una doble filosofía: respetar el pasado y abrazar el futuro.
Somos los guardianes de técnicas ancestrales —soplado y tallado a mano— que han definido el arte del cristal durante siglos. Sin embargo, no nos limitamos a recrear el pasado. Lo reinventamos. Nuestros diseños unen la elegancia ornamentada del pasado con la estética elegante y vibrante del presente. Aquí es donde la tradición se fusiona con la modernidad .
Cada colección que lanzamos es un diálogo entre estos dos mundos. Tomamos los cortes pesados e intrincados del cristal clásico y los fusionamos con colores atrevidos y contemporáneos (azul zafiro, rojo rubí, verde esmeralda), creando piezas que se adaptan tanto a un gran comedor como a un moderno ático en el centro.
Más que vidrio: un legado para tu mesa
Creemos que los objetos que invitamos a nuestros hogares deben tener un significado. Deben contar una historia. Al sostener una copa de cristal Margerie, no solo sostienes un recipiente para beber; sostienes horas de trabajo, años de práctica y un pedazo de historia.
Nuestra misión es transformar sus rituales diarios —un agua por la mañana, un vino por la noche, un brindis festivo— en momentos de arte. Nos esforzamos por crear piezas que no solo se usen, sino que se atesoren; reliquias que se transmitirán de generación en generación, guardando el recuerdo de las conversaciones y celebraciones que presenciaron.
Bienvenidos a nuestro mundo. Un mundo donde cada reflejo cuenta una historia.
